jueves, 6 de septiembre de 2007

Qué significa ser Puma?


Si hiciéramos una encuesta sobre cada uno de los jugadores que han integrado el seleccionado argentino de rugby, seguramente obtendríamos muchas respuestas diferentes, acerca de lo que significa haber estado allí. Sin embargo, todos coincidirán en algo: no hay nada en el rugby comparado con ser Puma.
Pero el ser un verdadero Puma, en todo el sentido de la palabra, no abarca solamente ochenta minutos dentro del campo de juego, sino que ese es tal vez un momento culminante de meses y meses de preparación.
Para Hugo Porta, el haber sido Puma fue una experiencia irrepetible, que le mostró, según sus propias palabras, cómo uno puede ayudar a los demás y al mismo tiempo verse ayudado por otros, con lo cual resaltó el gran espíritu de equipo y de camaradería que puede llegar a conformarse.
Para otras figuras históricas del rugby argentino, como Serafín Dengra o Martín Sansot, significó lo más grande que les pasó deportivamente; una experiencia insuperable.
Los ítems que maneja el vocabulario Puma son la Garra, el Sentimiento, el Coraje, la Camaradería, el Compañerismo, el Corazón y el Sacrificio, entre otras muchas virtudes nobles.
Ahora, es verdad que no siempre se han complementado esas cualidades entre los componentes de nuestro seleccionado. Pero afortunadamente esas veces fueron las menos, porque en cambio, la historia Puma ha sido recorrida por figuras que han merecido tal denominación, y cuando se formaron grupos con todos estos conceptos, se formaron al mismo tiempo planteles históricos e inolvidables.
Quizás para muchos estas historias sean anecdóticas o del recuerdo. Para los que quieren meterse en el corazón del rugby, sobre todo los más chicos y más jóvenes, conocer los que fueron y son pilares de esta historia espectacular, es importantísimo, porque si hay algo por lo que deberíamos trabajar en el rugby es por el hecho de valorar el nivel humano que existe aquí, comenzar a dejar los peros y decidirse a construir.
En el 2001 los Pumas casi - y por primera vez en la historia - le ganan a los All Blacks, en un Test Match. Eso no se podría haber realizado sin la base de jugadores notables que posee este seleccionado y que desde hace años viene trabajando conjuntamente. Pero no alcanza, no es suficiente su garra y su esfuerzo. Porque simplemente los dirigentes no están donde están para delegar responsabilidades sino para cumplirlas.
Ser Puma entonces muestra el ideal de equipo y de actitud que jugadores y público desean tener. Y sabemos que el rugby hoy por hoy no es algo representativo de la gente, no nos engañemos ni pretendamos engañar a nadie. Pero en cambio, no hace falta hacer mucho marketing para que miles y miles de personas deseen volcarse a una cancha para ver como quince jugadores dejan todo en un campo de juego por la camiseta. Y que nadie ponga en duda esto, porque cuanto han tenido que luchar los jugadores para que se les reconozca alguno que otro viático.
En definitiva, el ser un Puma es sin dudas lo máximo a lo que puede aspirar un jugador de este deporte. Y afortunadamente la Argentina está llena de Pumas. Es simplemente cuestión de abrirles la jaula y dejar que corran y corran.
Ariel Bertolini

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